martes, 14 de octubre de 2014

Fanfic Memorias de Idhún

(Continuación imaginaria de después de La Resistencia)
Después de cruzar la puerta que los llevaba a Idhún, los tres se quedaron petrificados. Alsan y Shail no estaban allí, en su lugar había una chica de unos dieciséis años. Era alta y musculada y más ancha de lo que lo son la mayoría de chicas. Tenía una larga cabellera pelirroja que le llegaba poco más abajo del pecho. Sus ojos verdes les miraban acusadores.
Victoria apretó más fuerte la mano de los dos chicos. Quería sentir que estaban allí. Lo necesitaba.
La chica fijó su mirada en Jack y el amor se reflejó en sus ojos. 
-¿Quienes sois?-preguntó la chica mirando fijamente a Kirtash y a Victoria. 
-¿No deberíamos preguntártelo nosotros primero?-dijo Kirtash con su voz insolente.
-Está bien. Soy Solen, el unicornio que va a salvar Idhún.-dijo con un tono petulante.
Victoria se quedó petrificada. Después de todo lo que había pasado, ¿quién era esa para decirle que ella no podía salvar a Idhún? Su mente iba a mil por hora intentando entender lo que Solen acababa de decir. Así que no escuchaba nada de la conversación, solo oía. 
-A ver, no puedes venir aquí simplemente y decir eso. Ella es Lunnaris, el unicornio que va a salvar al mundo.-dijo Jack.
-¿Quién te crees que eres?-dijo Kirtash haciendo un ademán de avanzar hacia ella. 
-Yandrak, tú lo sabes tan bien como yo. Somos nosotros, Solen y Yandrak, quienes debemos salvar a Idhún. No hay sitio para Lunnaris aquí.-lo decía con una especie de esperanza. 
-¿Cómo sabes que soy Yandrak?-dijo Jack sorprendido.
-¿No te acuerdas?-dijo visiblemente dolida.-¿De verdad que no te acuerdas de nada?
Victoria por fin despertó de su shock para mirar a Jack con la interrogación escrita en la mirada.
-¿De... de qué se supone que tengo que acordarme?-dijo Jack incrédulo.
-De...-un sollozo se escapó de la garganta de Solen-De nuestro amor. ¿No lo recuerdas, cariño? Nuestros paseos y nuestros combates de fuego.
-Mientes. ¿Cuando pasó eso? Porque nada más salir del huevo me enviaron a la Tierra. 
-Ya veo que lo que decían era cierto...-dijo llorando.
-¿El qué?-preguntó Jack empezando a indignarse.
-Los dragones tienes tres vidas, tantas como soles hay en Idhún. Nosotros nos conocimos en tu otra vida y fuimos novios hasta que moriste. Moriste en mis brazos, agonizando hasta el último momento. Mis lágrimas caían sobre tu cara mientras intentabas tranquilizarme. Los demás decían que olvidarías todo lo que pasamos. Que me olvidarías. Pero yo tenía fe en que te acordases de mí, de nuestra historia. Tenía razones para creerlo porque tú lo dijiste. Dijiste que no había nada que pudiera con nuestro amor. Que me querías muchísimo y eso era lo que importaba. ¿Eso significa que nunca me quisiste tanto como decías?
Sus lágrimas resbalaron por las mejillas pero, aunque se tapase la cara, los tres pudieron ver que las lágrimas de Solen eran especiales; parecía que contenían fuego.
Jack notó que una chispa se encendía en su interior y se le partió el alma al verla así por su culpa. Quizás si había sucedido, quizás la había amado. Quería ir a consolarla pero no sabía como se tomaría aquello Victoria. Porque, pese a todo, amaba a Victoria por encima de cualquier chispa.
Kirtash, aprovechando su oportunidad, fue a consolar a Victoria, abrazándola. La hacía sentirse segura entre sus brazos. Ella lo abrazó y lloró sin poder contenerse. Le daba igual que Jack pudiese verla, que pensase que no era lo suficiente valiente para él. Maldito Jack. Él ya estaba con otra antes de conocerla, antes de robarle el corazón. La había utilizado, ¿verdad? Solo quería divertirse mientras llegaba Solen. "Quizás hay una explicación racional para todo esto" le dijo una vocecita interna. Pero todo lo que ella podía sentir era odio y rabia. Levantó la cabeza de entre los brazos de Kirtash y miró a los ojos del shek. Su mirada. En ese momento, pese al dolor que estaba sufriendo, solo existía la mirada. Ella le miraba con mucha intensidad. Una vez estuvo segura de que Kirtash la miraba con la misma intensidad, le besó. Le besó con pasión, como si fuese el último día de su vida. Y quizás lo fuera.
Jack estaba estupefacto ante aquel beso. 
-¡Solen no es nadie para mí, no la recuerdo!-gritó desesperado mientras las lágrimas le resbalaban por las mejillas. Necesitaba que Victoria viese lo profundo que era su sentimiento hacia ella. No podía creer que amaba a Solen. 
Victoria y Kirtash se separaron. Ella, en respuesta, no hizo más que aferrarse al chico y dejar que éste la agarrara por la cintura y la apretara contra si.
-Vale, está bien, Victoria. Si no me quieres, lo entiendo. Entiendo que le escojas por encima de mí pero quiero que lo hagas sabiendo la verdad. Te amo. No siento nada por Solen, solo es un vago recuerdo que acaba de despertar. Estoy enamorado de ti. Si aún sabiendo esto le escoges a él, no te lo reprocharé.
Victoria y Kirtash se miraron. Ella aún lloraba. Miró con desdén a Solen. Las cosas volvían a su cauce, suponía. Jack con quién debía estar y ella con Kirtash. 
Solen se quitó las lágrimas que aún había en su rostro y, con un semblante demasiado serio, dijo:
-Huele... Huele a serpiente.
-Soy un shek.-dijo valientemente Kirtash.-¿Algún problema?
-¡Maldito invasor!-gritó Solen mientras intentaba echarle las manos al cuello. Jack acudió rápidamente a sujetarla pero ella tenía demasiada fuerza.-¡Debo matarte! ¡Ven aquí sucio reptil!
Para Kirtash hubiese sido muy fácil deshacerse de ella. Una simple y mísera mirada y ella habría desaparecido. Pero no debía. Ella era la oportunidad que había estado esperando de estar con Victoria. Por un ataque de rabia no iba a poner en peligro lo que más le importaba. Ella le asía con fuerza el cuello y le intentaba ahogar. El shek se quitó las manos del unicornio del cuello y la apartó de un empujón con la fuerza suficiente como para que estuviese a cierta distancia de él. 
Jack cogió a Solen por la cintura antes de que cayese y la sujetó con fuerza mientras ésta se retorcía. 
-Solen.
Pronunciar su nombre bastó. La chica dejó de retorcerse. Giró la cabeza suavemente y le miró a los ojos.
-¿Podrías explicarnos por qué eres tú el unicornio que debe salvar Idhún?
La chica se puso de pie y se separó de Jack. 
-Está bien. Lo primero que debes saber es que hay dos tipos de unicornio: los solares y los lunares. Los solares tienen el poder del fuego y los lunares el del hielo. La profecía dice que un unicornio y un dragón deben salvar Idhún. Pero, ¿y si el unicornio se dedica a deshacer todo lo que ha hecho el dragón? ¿Qué perdida de tiempo, no? Pues eso es lo que pasará si tú y Lunnaris intentáis salvar Idhún. Debe ser un unicornio solar, como yo, el que ayude al dragón. Debemos ser tú y yo, Jack. Además de eso, está el poder del amor, que es lo más poderoso de todo el universo. Y para eso somos perfectos tú y yo, Yandrak. O, al menos, lo éramos. 
Por eso parecía que las lágrimas tuviesen fuego... Todo encajaba.
-Así que, no puedo dejaros pasar. Ya ha muerto demasiada gente. Tenemos que salvar a Idhún, Jack. Sé que la quieres, lo veo,-dijo visiblemente dolida- pero no puedo dejarla pasar. Y menos al shek. Lo siento.
Jack debía tomar un decisión rápida.
-Está bien. Si ellos no pueden pasar, yo tampoco. Nos marchamos.
-¿Qué?-dijeron Victoria y Kirtash al unísono.
-O todos, o ninguno. Adiós, Solen.
Después de decir esto, el unicornio solar se quedó estupefacto. Jack agarró la mano de Victoria y Kirtash y así desaparecieron por dónde habían venido. 

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario